Conocí a Martín Carranza en la francisación y nos hicimos buenos amigos; luego, tuve q dejar las clases por UPS, pero la amistad se mantuvo. Cuando dejé UPS y entré a Symcor, lo volví a encontrar (q chico q es Montréal!). Estas navidades, cuando pensaba q las iba a pasar solo, Martín me invitó a pasarla en su depa con su familia (sabía q no las iba a pasar solo, algo se me tenía q aparecer!!!).
Cuando partimos a nuevos horizontes, dejamos atras amistades q realmente apreciamos y en la distancia notas como algunas permanecen y otras se desvanecen lenta o rápidamente. Mi mejor amigo sigue en contacto y aunque trato de convencerlo de q se venga para Canadá, lo más probable, es q termine por Japón con su señora q tiene por allí algo de ascendencia nipona. Sin embargo, en este nuevo país, tenemos la cantidad suficiente de hispanos como para formar nuevas amistades (algo difícil con gente de otras culturas, xq simplemente, a esta edad, el dominio de la lengua puede ser muy bueno, pero nunca llegará al nivel de nativo y con ello, a la comodidad y confianza de expresarse totalmente sin esforzarse y hacerse entender al 100%).
No puedo dejar de decir q pasé la navidad muy bien, con todo lo q una mesa navideña merita y q la sazón estuvo estupenda. Desde aquí, un agradecimiento a Martín y familia por haber compartido tan buenos momentos.
sábado, diciembre 29, 2007
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