lunes, julio 16, 2007

Historias honestas

El viernes pasado estuve andando por la salida del metro McGill, rumbo a Ste-Catherine; cuando vi una billetera abierta en el cajero del Banco Scotia. Me detuve a ver si el dueño se acercaba a reclamar lo suyo, pero nada... al rato pasó una mujer, quebeca, de unos 50+; se acercó al cajero, giró la cabeza (en ese gesto clásico de los q quieren saber si nadie los ve... jajaja) y se agarró la billetera; allí mismo no más le llamé la atención y la mujer ensayó cualquier excusa al apuro (no todos los quebecos son honestos!!), tampoco entendí mucho!.

Media hora más tarde pasaba un muy anciano propietario a recoger su billetera en Seguridad y se dio el caso q nos cruzamos justo en ese momento, el pobre hombre estaba tan viejo q ni las gracias me pudo dar; una chica q trabajaba en Tim Hortons lo guíaba...

El día de hoy lunes, se me perdió mi memoria USB de 2GB; upa! mientras lo buscaba y rebuscaba en mi cuarto me vino a la cabeza como la honestidad no funcionaría en este caso y... allí mismo me llamó Yannick, un tipo quebeco buena onda q había encontrado la memoria en el bus. Un par de horas más tarde estaba en la calle Mont Royal recogiendo mi memoria.

Es bueno saber q la gente es honesta, no? aunque siempre hayan algunas ovejas negras, la experiencia demuestra q una buena jugada se devuelve con otra...

5 comentarios:

ARTURO dijo...

Muy buena historia,
muchos hemos tenido esa grata experiencia y grandisima sorpresa cuando regresamos por algo olvidado y resulta que si lo recuperamos.
Al principio parece increible, poco a poco te vas acostumbrando y tienes confianza que casi siempre puedes recuperar lo que olvidaste o perdiste.
Que bueno que pusiste en su lugar a esa quebeca ladrona.
Arturo

Ricky dijo...

Hay de todo Joseph.

Pero aqui en Quebec, el otro dia fui a un supermercado y ya en la caja, una mujer de unos 70 le estaba avisando a la cajera que hacia 15 dias ella habia tomado un lapiz labial que despues cuando llego a su casa se dio cuenta que la cajera no se lo habia cobrado. Y venia a decirle a la cajera que por favor, le cobre ese lapiz labial. Le salio como 15 dolares. A mi no me llamaba la atencion ver estos actos de honestidad. Pero si me llamaba la atencion que les llamase la atencion a los que estaban detras mio y a la misma cajera.

Hace poco mi hijo en un centro comercial con mucha gente se saco su gorro y lo tiro al suelo. Un lindo gorro. Fuimos a informacion y lo reclamamos. No estaba todavia. Dimos vueltas para encontrarlo. Y si. Estaba alli arriba de un tacho de basura, al costado. Alguien lo levanto y lo dejo.

Y hace unos meses, caminando por el Chateau Frontenac, en el medio de la calle vi un estuche con anteojos. Lo vi. Lo puse en la vereda. El de atras llego. Lo miraba.

Pero es un buen metodo, el de dejar las cosas para que el que las perdio las encuentre. Se usa mucho aqui aunque no siempre funciona claro.

Saludos

Anónimo dijo...

Hola !.
me gustaria hace contacto contigo, por que pronto estare llegando a quebec, me puedes dar tu email... gracias.

Jackie dijo...

Me gusta tu historia Joseph.
Es imposible que TODOS sean honestos, pero .... en comparación con otros lugares del mundo, aquí se puede vivir tranquilo. Las cosas que mis niñas han perdido en el colegio han aparecido. En Venezuela estaban en un colegio privado muy túsabes y no sólo no aparecía lo que perdían sino que casi parecía que las atracaban por la cantidad de cosas que les desaparecían del morral y el pupitre. Hice infinitos viajes para reclamar esa situación. El colegio tenía piscina y mi hija de 4 años se metió al agua para natación. Al salir le habían queitado la toalla nuevecita!!! ¿Pero tú puedes creer? Y te doy sólo un ejemplito. Así que aquí es como 9934838437463 veces mejor, en mi opinión.

Buen blog, saludos!

Joseph Morin dijo...

Me gustaría contactarme con la persona q desea mi email; sería mucho mejor si proporcionara sus datos. Gracias.
Y gracias a todos por los comentarios; estuve chequeando los blogs, buenos y variados, en cuanto pueda reestablecer los enlaces, los vinculo.
Jacqueline eres una capa con la fotografía!.